Testamento (1226)
El Señor me dio a mí, hermano Francisco, comenzar a hacer penitencia de esta manera: Cuando estaba en pecado, me resultaba amargo ver leprosos; pero el mismo Señor me llevó a ellos y tuve compasión de ellos. Y cuando volvía, lo que me parecía amargo se me había cambiado en dulzura para el alma y para el cuerpo. Así estuve un tiempo y luego dejé el mundo.